Formalización para la Trascendencia: MIPYMES

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Juan Antonio Arbulú Celi

Abogado. MBA. Oficial de cumplimiento y consultor en Gobierno Corporativo y Dirección de Empresas Familiares. Más de 13 años en la Asesoría Legal Corporativa, Jefe Legal y Director de Servicios Jurídicos para Latinoamérica. Docente de pregrado y posgrado.


Las Mipymes en el Perú tienen una influencia determinante en el desarrollo de su economía y en la sociedad, así lo marca el estudio realizado por el Ministerio de la Producción[1] y las estadísticas MIPYME que el mismo ha arrojado:

  • Las Mipymes representan el 99.5% del total de empresas formales en el mercado peruano, de ellas: i) el 95.2% son microempresas, ii) el 4.1% pequeña y iii) 0.2% mediana. Entre estas, el 85.2% se dedican a la actividad de comercio y servicios, y el resto (14.8%) generan actividad productiva (manufactura, construcción, agropecuario, minería y pesca).
  • Estas empresas son las generadoras del 90% de la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada en el sector privado, constituyendo la principal fuente de empleo. Así mismo, 8 de cada 100 personas de las mismas, son las encargadas de dirigir o conducir una Mipyme formal.
  • En los últimos cinco años (2015-2020) el número de empresas formales de este segmento se ha incrementado a un ritmo promedio anual de 1.1%, que se ha ralentizado por la pronunciada caída en el 2020 (-25.1%). Las Mipyme formales participaron con el 31.0% del valor agregado nacional en el año 2020.
  • A fines del 2020, un aproximado de 841 343 empresas Mipyme contaban con algún tipo de operación crediticia en el sistema financiero, cifra que superó en más de 6 veces al resultado 2019. Sin embargo, esta relación ha sido inversa en el ratio de inclusión financiera y el tamaño de la empresa. Así, mientras solo el 30,9% de microempresas cuentan con alguna operación crediticia (26.9 p.p. más que en 2019), la pequeña, mediana y gran empresa muestran un ratio de inclusión financiera de 64,0% (+19.5 p.p.), 74,8% (+12.7 p.p.) y 80,9% (+8.9 p.p.), respectivamente.

El éxito o fracaso de este grupo impactará necesariamente, por su nivel y tamaño de influencia. Los números expuestos nos hacen notar que si bien las Mipyme son el 98% de las empresas en el Perú, un bajo número de las mismas son formales, y su gestión laboral, financiera, inversión y aporte en el comercio nacional y de exportación moverán los resultados económicos.

Uno de los aspectos de mayor impacto en la relación MIPYMES-DESARROLLO es la gran informalidad laboral que estas generan:

La informalidad de la Mipymes no ha mejorado en los últimos 13 años, y esta tasa de informalidad es muy alta. Esto origina que un gran número de personas que forma parte de la población “económicamente activa” no generen un impacto formal en la economía del país, y en lo personal, con bajas posibilidades de desarrollo personal y familiar, por su poco probable acceso a créditos, estudios de impacto, etc.

En este ensayo propondré acciones que permitan generar la motivación necesaria a las MIPYMES para formalizar a sus trabajadores y que ello les genere beneficios y opciones de desarrollo. Si bien es necesario generar muchas acciones y una planificación integral en varios aspectos para poder generar un cambio real, estas propuestas ayudan como punto de partida para ello.

 

PROPUESTA DE DESARROLLO

En este propósito de generar formalidad y desarrollo desde el grupo de las MIPYMES, es necesario que se aúnen esfuerzos integrados desde el Estado, las mismas empresas y los trabajadores.

Podemos enumerar en tres, las causas de la informalidad laboral:

  1. El bajo nivel educativo en los estratos más pobres, lo que reduce las posibilidades de acceso a trabajos formales y de calidad.
  2. Altos costos laborales en el trabajo formal.
  3. La existencia de programas de protección social asistencialistas no contributivos que desalientan la formalidad para su obtención.

Si bien es totalmente cierto que la inversión privada y su promoción generan más puestos de trabajo, el sector informal no dejará de serlo ante ello, crecerá en cuanto dentro de la cadena productiva se generen más necesidades a raíz de esas nuevas inversiones, muchas de las cuales se cubrirán de manera informal.

  1. Educación de calidad

En el país, desde el 2014 se viene implementando un nuevo modelo de educación de calidad a nivel superior, sin embargo, la educación básica sigue siendo un pendiente cuya mejora requiere más de una generación de desarrollo. En ese sentido, y en el propósito de generar resultados más inmediatos, deben generarse programas de corto y mediano plazo destinados a cubrir las necesidades laborales del sector formal.

En ese sentido, se propone que el Estado genere planes de formación técnica cortos, subvencionados generando intervención del sector privado, lo que a la vez genera opciones de trabajo para los egresados.

Esto debe ir de la mano con una política integral de educación que busque elevar el estándar educativo general del país.

  1. Costos laborales

Generar normativa que promueva una estructura de costos laborales con mayor presencia de conceptos no remunerativos o bonificaciones, de tal manera que se reduzca el costo laboral de los beneficios sociales.

Sin embargo, esta medida debe ir de la mano con un plan de incentivos empresariales, estímulos tributarios, arancelarios y/o comerciales que promuevan la contratación formal e inclusión de personal en planillas, incluso en un plan integral con el plan educativo propuesto en el punto anterior.

  1. Programas de protección social

Si bien es bueno que el Estado promueva programas de asistencia social a los más necesitados, como desempleados, por ejemplo, debe generar programas de mejor o diferente beneficios para quienes obtienen la protección social como contraprestación a su contribución social, directa o indirecta, ya sea mediante descuento de labores o aporte de los empleadores.

Si bien he expuesto 3 propuestas directas y específicas, todas estas deberían estar enmarcadas en una Política global e integral de promoción de la formalidad para las Mypes, en donde no solamente se atiendas cuestiones macro regulatorias, si no también fortalecer una a una cada organización hacia dentro, por ejemplo:

  1. Capacitaciones en dirección y gestión empresarial.
  2. Capacitaciones en fortalecimiento y profesionalización de la toma de decisiones.
  3. Fortalecimiento y gestión de marcas
  4. Conocimiento del mercados y sectores
  5. Obtención de inversión y fuentes de financiamiento.
  6. Networking y gestión de stakeholders
  7. Promoción y subvención para la reforma tecnológica

Finalmente, gran parte del cambio está directamente relacionado con la propia voluntad y propósitos de los empresarios y emprendedores, quienes deben buscar la formalidad y actuación acorde a la ética y buscando no solamente el desarrollo personal, si no, además, el desarrollo país. Como señala Reid Hoffman, co fundador de Linkedin: “Un emprendedor es alguien que salta de un acantilado y construye un avión en el camino.” Y en nuestro país, tenemos mucho potencial y capacidad para el éxito.


 

Bibliografía:

[1] https://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/en/shortcode/estadistica-oee/estadisticas-mipyme

 

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