
Piero Aguado Iriarte
Abogado de la Pontificia Universidad Católica del Perú, con especialización en derecho societario y con estudios en derecho regulatorio en Osinergmin, enfocado en fiscalización minera, de hidrocarburos y generación eléctrica. Profesor Adjunto del curso Derecho y Literatura, y ex asistente de cátedra del curso Derecho de la Obligaciones. Asociado en Martinot Abogados, especializado en temas de derecho corporativo.
Sumilla
El presente artículo se analiza la importancia de la constitución del fideicomiso como un medio alternativo de financiamiento para las empresas, las cuales encontrarán un nuevo mecanismos distinto al brindado por los bancos.
En el mundo actual de los negocios, donde la banca tradicional sigue prevaleciendo como la fuente por excelencia de financiamiento a las iniciativas empresariales, cada vez más surgen alternativas de financiamiento que permiten el ingreso de capital a las empresas que por diversos motivos no pueden, o prefieren no, acceder a un crédito bancario. Entre estas alternativas de inversión, se encuentra la constitución de fideicomisos de titulización de activos. Antes de pasar a estudiar específicamente estos veamos algunos conceptos.
¿Qué es un fideicomiso?
Es un tipo de contrato mediante el cual una persona natural o una sociedad, el fideicomitente, entrega determinados bienes a un tercero, el fiduciario, para que este los administre con una finalidad específica. Una de las principales ventajas de constituir un patrimonio fideicomitido se encuentra en la exclusión de todos los bienes de la esfera jurídica del fideicomitente. En otras palabras, todos los bienes que entran al fideicomiso se vuelven inembargables y quedan fuera del alcance de los acreedores que pueda tener el fideicomitente [1].
Entonces, ¿Qué es un fideicomiso de titulización?
La característica definitoria de un fideicomiso de titulización es su uso. “La titulización de activos es un proceso de conversión de los flujos de fondos originados por activos ilíquidos o de baja rotación, en valores negociables que se encuentran respaldados por dichos activos” [2]. Además tomando en consideración el hecho de que los bienes que pasan a formar parte del patrimonio fideicomitido dejan de formar parte de la esfera jurídica del originador se generan incentivos altos para otorgar financiamientos, principalmente porque, al respaldar sus obligaciones con bienes en un fideicomiso, el acreedor de las mismas, el fideicomisario, no tendrá que preocuparse por cualquier otra obligación crediticia que el originador pueda tener frente a un tercero; dado que sus créditos se encontrarán asegurados por los bienes del patrimonio fideicomitido y estos bienes no podrán ser objeto de ejecución en favor de otros acreedores ajenos al fideicomisario.
¿Cómo funciona el fideicomiso de titulización?
Lo primero que se tiene que hacer para la constitución de un fideicomiso de titulización, así como para la constitución de cualquier tipo de fideicomiso es elaborar un contrato de fideicomiso que contenga cuando menos, las condiciones bajo las cuales será constituido el fideicomiso, las instrucciones específicas al fiduciario y la relación de bienes que serán aportados al mismo.
Una vez que los bienes pasan a formar parte de los activos fideicomitidos, se emiten títulos valores (generalmente bonos), con determinadas características y se entregan al o los inversionistas, que en este caso también son los fideicomisarios. Estos bonos otorgan los beneficios que se pactaron en el contrato de financiamiento de manera tal que el fideicomiso, se avoque a cumplir con el pago no solo del dinero invertido sino también con los beneficios que se ofrecieron a los potenciales inversionistas por formar parte del negocio en esa calidad.
Características
Si bien es cierto la principal característica es la emisión de bonos a cambio de los activos que pasen a formar parte del patrimonio fideicomitido, los fideicomisos de titulización poseen otras que los vuelven atractivos en el mercado de los financiamientos:
- Debido a que el patrimonio deja de estar administrado por la persona o sociedad que recibe el financiamiento, el riesgo de un eventual incumplimiento se ve reducido, hemos de recordar que la fiduciaria debe ser una sociedad especializada sobre todo en administración de patrimonios. Además, no será el deudor el que pague la deuda directamente, sino que los bonos son pagados con los flujos que produce el mismo patrimonio fideicomitido, debe advertirse que la forma en la que estos flujos se generan dependerá de la estructura bajo la cual se plantee el desarrollo del fideicomiso y siempre estará relacionada con la actividad del deudor; pero en el inesperado caso en que este no cumpla con sus obligaciones, el patrimonio del fideicomiso será suficiente aval de que sus deudas será cumplidas.
- Permite la mitigación de riesgos que podrían poner en peligro la sostenibilidad del proyecto que se vaya a llevar a cabo. Esto se debe a que se pueden crear fideicomisos con fines específicos que contendrán solo aquellos activos destinados al desarrollo de un proyecto determinado, evitando así que por el hecho de que una compañía no se constituya como la opción más viable para un inversionista institucional, se pierda la oportunidad invertir en solo uno de los proyectos que puede tener el desarrollador, que si puede ser de alto interés para el capitalista.
- Son altamente versátiles, esto permite que puedan adaptarse a casi cualquier contexto de negocio, pudiendo ser usados para el financiamiento de una nueva línea de negocio tanto como para el desarrollo de un proyecto inmobiliario. Pero también implica que no es una estructura de financiamiento destinada únicamente a poder ser adquirida por grandes empresas, sino que por el contrario casi cualquier empresa, que cuente con activos para el desarrollo de sus actividades, puede acceder a inversionistas institucionales mediante la estructuración de un fideicomiso de titulización, a muchas mejores tasas de retorno que aquellas que implica la banca tradicional. Esto se debe en gran medida al hecho de que básicamente cualquier activo puede ser aportado a este tipo de fideicomisos, incluso derechos sobre futuros bienes como lo pueden ser aquellos de suscripción preferente sobre las acciones de la empresa que se vaya a financiar.
- La versatilidad también se aplica al nivel de riesgo que el inversionista quiera asumir. Por un lado, se encontrarán aquellos inversionistas, bonistas, quienes asumirán un riesgo bajo, al adquirir bonos con un rendimiento fijo preestablecido. En el otro extremo del espectro se encontrarán aquellos inversionistas que adquieran certificados de participación, quienes obtendrán un rendimiento porcentual sobre las utilidades que genere el fideicomiso, siendo este un riesgo evidentemente más elevado. Finalmente, encontramos también inversionistas que pueden combinar ambas formas de financiamiento teniendo bonos estructurados que posean también un rendimiento variable. Los diferentes tipos de riesgo que se pueden asumir permiten a los diversos inversionistas llegar a un acuerdo de financiamiento que se estructure de la forma que consideren más adecuada a ellos, sin verse restringidos.
- La última característica y quizás la más importante desde el punto de vista del inversionista es la agilidad de la ejecución de los activos en caso de incumplimiento por parte del receptor de la inversión. Dado que los bienes ya no se encuentran en la esfera de control jurídico del deudor, sino que por el contrario han pasado a dominio fiduciario de la sociedad titulizadora, que posee facultades de disposición sobre los mismos, en caso de verificarse una causal de terminación contractual, esta podrá ejecutar dichos activos de forma extrajudicial, permitiendo el pago de los bonos emitidos de forma mucho más célere, lo que constituye un gran beneficio para el inversionista, sobre todo en comparación con otras garantías más tradicionales cuya ejecución, sobre todo en Perú, puede ser un proceso mucho más lento y a la vez costoso [3].
Usos
Por último, veamos los usos más comunes de los fideicomisos de titulización.
- Estructuración de financiamientos, en este caso, nos referimos a financiamientos en el sentido más amplio. Debido a que básicamente cualquier activo puede pasar a formar parte de un fideicomiso de titulización y a las ventajas, señaladas anteriormente, que estos poseen, principalmente, en beneficio de los inversionistas, el riesgo en que los últimos incurrirán se ve muy reducido, lo que les permitirá invertir con mayor confianza en empresas que puedan no contar con una solidez económica comprobada.
- Financiamiento de proyectos. Gracias a la característica de los fideicomisos de titulización de permitir que se elijan los activos de la empresa financiada que van a pasar a formar parte del mismo, los inversionistas pueden solicitar que la garantía de su inversión sea solo aquellos activos que formen parte del proyecto en el cual planean invertir. De ese modo, los inversionistas se aseguran de que su inversión sea destinada a una línea de negocio específica y que sea garantizada también por esta línea de negocio individualmente.
- Canalización de inversiones en portafolios, en cuyo caso, los activos que forman parte de las líneas de negocio del portafolio, respaldarán los valores que haya adquirido el inversionista en los mismos [4].
Referencias:
[1] CÁRCAMO, Enrique. Diseño de fideicomisos y titulización de activos. En Conexión ESAN. Consulta: 11 de enero de 2021.<Diseño de Fideicomisos y Titulización de activos | Finanzas | Actualidad | ESAN>
[2] BASALLO RAMOS, Carlos. “Tratamiento tributario del fideicomiso de titulización”. En THEMIS. No. 41. Pp. 133-34
[3] O’BRIEN, Pablo. “Fideicomisos de titulización para impulsar la reactivación de las PYMES”. En Gestion.pe. Consulta: 12 de enero de 2021.<Fideicomisos de titulización para impulsar la reactivación de las PYMES | Blogs | GESTIÓN (gestion.pe)>
[4] ACRES TITULIZADORA. ¿Para que se utilizan los fideicomisos de titulización?. Consulta: 13 de enero de 2021. < ¿Para que sirven los fideicomisos? | ACRES Titulizadora>