Bailando al ritmo de los derechos de autor: los samples y su relación con la propiedad intelectual en la música moderna

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  1. Introducción y contextualización

Alguna vez, ¿has escuchado “Crazy in Love” de la famosa cantante Beyoncé? Podríamos tomar un minuto para escuchar el inicio de esta canción e inmediatamente escuchar la canción “Are You My Woman” de Chi Litesl. Ambas tienen inicios similares que han servido como base para desarrollar la producción de esa pieza musical.

Muchos hemos escuchado canciones pegajosas, pero ¿sabías que puede que tengan bases de fragmentos iguales a otras? Probablemente, en muchas ocasiones, no hemos notado la semejanza, pues se suelen cambiar los tonos, frecuencias, etc; otras veces, los cambios no son tan significativos y podemos dar cuenta de ellos. De esta manera, muchos de los artistas que hemos escuchado han utilizado los denominados “samples” que, en su traducción del inglés, significa “muestras”. A lo largo de la historia musical, muchos artistas las han utilizado para la realización de canciones, pero la mayoría de veces pueden verse implicados en la vulneración del derecho de propiedad intelectual.

  1. ¿Qué son los samples?

Como se mencionó, la traducción significa “muestra” y su origen se remonta a principios del siglo XX. Según el Portal Thomann en Nueva Orleans, músicos aficionados al jazz a menudo “sampleaban” en directo pequeños trocitos de melodías, licks o progresiones de composiciones ajenas. Este tipo de «préstamo» se popularizó como «broma interna» entre músicos (2018, p.1). De esta forma, estas bases musicales se popularizaron especialmente porque eran del gusto del público.

Unos años después, Pierre Schaeffer introdujo más esta manipulación de samples a través del género “Musiqué Concreté”. Incluso, al relatar mejor lo que para él es la música y su creación, señala que una ≪toma≫ implica por sí sola una técnica que puede dar origen a objetos sonoros muy diversos” (Recogido de su libro 1959, p.29). Así, a lo largo de su carrera, se dedicó a modificar ciertos sonidos para crear otros que como él mismo afirma pueden crearse producto de ellos, de la forma en que cada uno quisiera.

Un caso famoso de sample es la canción “Aserejé”. Esta famosa canción fue un hit en el 2002. Esta vez, la base sampleada no fue la melodía, sino la letra. Y es que muchos años después del exitazo de las hermanas Muñoz, por fin supimos que su incomprensible letra es, en realidad, una reinterpretación de los primeros versos del Rapper’s Delight de The Sugarhill Gang. (2021, p.1). Otro caso famoso es el de Kanye West quien ha hecho varios samples a lo largo de su carrera. Siguiendo al Portal Musical “WS”, el cantante ha sampleado la mayoría de sus canciones. Ese estilo característico ha tenido bastante éxito, haciéndose muy conocido en la industria musical. Ejemplos de samples de este cantante han sido la canción “N**** in Paris”, la cual ha tenido como base las siguientes piezas musicales: Baptizing Scene de Reverend W.A. Donaldson (1960), Victory de Puff Daddy feat. The Notorious B.I.G (1997) y Lady Humps from Blades of Glory (2016, p. 1). Como evidenciamos, no en todos los casos las canciones deben tener solo una canción como “modelo” para samplear: también pueden ser varias.

  1. Cómo funciona la regulación de los derechos de autor en la música internacionalmente:

En legislación internacional, tenemos el caso de Estados Unidos, el cual aplica el Copyright Law of the United States. Dentro del alcance de aquella ley, se relata lo que es el “derivative work” que implica un trabajo basado en una o más obras preexistentes, tales como como traducción, arreglo musical, dramatización, ficcionalización, movimiento versión de imagen, grabación de sonido, reproducción artística, compendio, condensación o cualquier otra forma en la que una obra pueda ser refundida, transformada o adaptada. (2021, p.101; resaltado nuestro).

El sample, frecuentemente, ha sido comparado con la adaptación como en alguno de los ejemplos mencionados, aunque si apreciamos la ley de Estados Unidos podemos acercarla más a un arreglo musical, ya que, según su definición, esta estaría más adecuada a este concepto pues a partir de una “muestra” se pueden modificar las frecuencias, el ritmo, etc. para crear otro sonido. Asimismo, estos cambios musicales han sido más frecuentes desde la aparición del Internet, puesto que más personas tienen al alcance a canciones que fueron un éxito en décadas anteriores y que probablemente las nuevas generaciones no han escuchado.

A partir de ello, podemos señalar que la Digital Millennium Copyright Act en USA es una norma sobre los derechos de autor en la era digital. Dicha Ley se divide en cinco títulos. De estos, para efectos del presente artículo, resulta importante resaltar a los dos primeros: Copyright relativo a Actuaciones en directo y Fonogramas, y Limitación de la Responsabilidad en las infracciones del copyright online y limitaciones en la responsabilidad de los ISP, alojadores y servicios web por el contenido alojado en ellos (Acta de 1998 USA). Sobre esta acta, se establecen y se citan procedimientos para que el propietario del derecho de autor proteja ese mismo derecho en esta época susceptible de vulneraciones. Además, se impone en la sección 1201 de la mencionada norma dos medidas tecnológicas: las que impedían el acceso no autorizado a una obra protegida por derechos de autor y medidas que impidan la copia no autorizada de una obra protegida por derechos de autor.

Con respecto al Perú, el INDECOPI ha publicado una Guía de Derecho de Autor para Músicos. En esta, a través de una dinámica de preguntas, respuestas e indicaciones se muestran los derechos y las formas en las que el autor musical puede defenderlos. Por ejemplo, hemos mencionado que el sample es una base musical que puede ser susceptible de modificaciones para crear otros sonidos en una nueva pieza musical. En la guía de INDECOPI, se subraya el tema de los “arreglos”, “adaptaciones” o “transformaciones” musicales. Así, se indica que la explotación económica de estos derechos puede realizarse, por ejemplo, mediante el cobro de un monto por concepto de autorización para la transformación de la obra, el cual puede ser fijo o porcentual a favor del autor (2015, p.12).

 

  1. Casos relevantes para el análisis

Un caso relevante para analizar es el que corresponde a Grand Upright Music Ltd v. Warner Bros. Records de 1991, ¿Qué es lo que pasó en dicho caso? El demandante era el propietario de los derechos de autor de la canción «Alone Again (Naturally)”, la cual se hizo famosa en una grabación de 1972 del cantautor Raymond «Gilbert» O’Sullivan. La parte demandante presentó una demanda para prohibir el uso «inadecuado y sin licencia» de la canción del artista de rap Biz Markie en «Alone Again», una pista que aparece en su álbum (Falstrom, 1994, p.361). Ello debido a que el cantante de “Alone Again” utilizó 10 segundos de la canción de la demandante, lo que llevó a que el Tribunal de Distrito de EE.UU. marcara la pauta que conduciría a los casos futuros de “sample”. De esta forma, los jueces decidieron que, en adelante, se puede realizar un “sample”, pero previo permiso de la persona que ostenta los derechos de autor de la canción.

Uno de los casos trágicamente emblemáticos relacionados a derechos de autor en la música es el de “Bittersweet Symphony” de la banda de rock británica The Verve. La canción llegó al número 2 de los rankings en Gran Bretaña, fue el mejor single del año para las revistas Rolling Stone y NME en el año 1998, y es recordada por muchos fans por su uso en una icónica escena de la película “Cruel Intentions” de 1999. Esta canción contiene un sample de la versión de 1995 de la canción “Last Time” de los Rolling Stones, y, a pesar de conseguir el permiso de la disquera encargada de los derechos de copyright de esta, el rechazo del ex-manager de los Stones para dar los permisos sobre la canción, Allan Klein, derivó en una demanda contra The Verve. El resultado fue que la banda renunciara a las regalías generadas por la canción y, además, se le dio crédito como escritores de la canción a Keith Richards y Mick Jagger, miembros de los Rolling Stones. No fue sino hasta el año 2019, más de 10 años después del debut de la canción, donde se devolvió el crédito a la banda, luego de haber generado, en ese lapso, más de 5 millones de dólares según la revista Billboard (Gwee K., 2019). Este caso, altamente controversial, mostró la falta de aprobación para los samples usados, incluso si es ajena a la letra y a buena parte de la melodía de la canción, sigue cayendo en una violación de derechos de autor, y, por tanto, teniendo implicancias severas en los créditos y las regalías.

Otro caso llamativo al hablar de samples y derechos de autor es el de la banda de hip hop experimental Death Grips, especialmente respecto a su mixtape “Exmilitary”, sacado al público en el 2011. Lo peculiar del caso es que este no fue publicado comercialmente, con fines de lucro, sino lo hizo la banda a través de su página web de forma totalmente gratuita. Esto permite que se pueda usar material con copyright, pero bajo el concepto de “Fair Use”, definido por Richard Stim como el uso de material bajo copyright, pero con fines transformativos, permitiéndose incluso sin el permiso del propietario de los derechos de autor (2019). Al no tener un fin monetario, sino transformativo, como una forma de hacer arte no comercial, la banda no tuvo que hacer el proceso estándar de clearance de samples, el cuál probablemente hubiese costado una cifra millonaria dados los nombres, fama y relevancia de los artistas cuyo material ha sido usado.

  1. Comentario sobre la situación de los samples en la música moderna

 Los samples y su relación con la industria musical moderna no es un tema ajeno de controversias. Así como en cualquier otro campo de arte, las barreras entre inspiración y plagio, entre tomar prestados sonidos y hacer samples sin permiso, y los conflictos que ha producido han llegado a escalas multimillonarias y de publicidad internacional. Basta con revisar alguno de los casos mencionados previamente para dimensionar las implicancias que una demanda por infracción de copyright puede tener en la vida de un artista, en la propiedad sobre su obra, y en las regalías que puede percibir.

Al respecto, la primera arista que debe ser comentada es la importancia de los derechos de autor. Para cualquier artista su producción no es simplemente una obra artística sin más, sino es, de cierto modo, su vida, su subjetividad llevada hacia lo audiovisual, años de esfuerzo y práctica para dominar un género, sacrificios personales que se hicieron para cumplir con el sueño de ser músico. Por eso, los derechos de autor, en este caso, tienen una importancia determinante. Permiten que el autor lucre con su obra, y cuando sea usada por alguien más, se le reconozca en los créditos, obteniendo lo que merece después del esfuerzo que implica crear piezas musicales. Crean, además, el incentivo a innovar, a romper esquemas musicales y desafiar las preconcepciones, con el derecho de poner su nombre en lo que han hecho y los avances que han realizado.

Sin perjuicio de lo anterior, el uso de samples tiene también efectos negativos en la industria musical, sobre todo para los artistas que están surgiendo. En primer lugar, representa costos importantes, tanto económicos como logísticos, pues deben contactar con las disqueras, con los artistas originales o quienes posean los derechos sobre su música, y entablar procesos de negociación que no necesariamente son rápidos o simples. E incluso, de obtener los derechos, tienen que pagar sumas considerables de dinero si son samples de canciones o artistas famosos. Esto pone una barrera en su capacidad de expresión y creación, teniendo en cuenta que hacer uso de este recurso aumenta el abanico de posibilidades para los artistas, permitiendo innovar con música del pasado. En segundo lugar, mantiene la desigualdad entre artistas en ascenso y los artistas ya establecidos, pues los segundos tienen la capacidad económica y logística para asumir el costo de los samples y enriquecer su obra, agregarle profundidad, mientras que los que no se han hecho un nombre aún van a encontrar más dificultades para hacer esto.

Para dimensionar esta problemática, Donald Passman señala en su obra All you need to know about the music business que, si has usado una línea entera de melodía o si la base de tu canción proviene de la canción sampleada, pueden exigir desde el 50% de las regalías obtenidas a más para aprobar el sample, y para usos menores, va de entre 10 a 30% (2003, p. 319). Y, como señala por su parte Anderson, acertadamente, muchas canciones usan más de un sample, lo cual puede implicar que el artista pierda la mayor parte de las regalías de su canción para cubrir el costo de los samples (2013, p. 6). Esto es particularmente nocivo para géneros como el hip hop, donde hacer samples es considerado tradicional, una práctica común e incluso valorada positivamente por los consumidores.

En líneas generales, el uso de samples puede tener efectos tanto negativos como positivos en la industria musical. Así como en varios de los casos desarrollados supra, pueden enriquecer la producción de canciones y álbumes, dar un espacio para que los artistas expresen su creatividad de distintos modos, y permitir que la música del pasado siga cautivando a los oyentes del presente y futuro, a través del uso de partes de canciones de otras épocas. Sin embargo, sigue siendo un terreno complejo de entender, regular y manejar. Es el punto donde chocan la expresión artística y los derechos de autor, de forma difícil de regular y de decidir cuál debe ser priorizada. El ordenamiento internacional ha optado por proteger a los propietarios de las canciones originales, decisión con la que coincidimos, pues los derechos de autor son esenciales para toda la industria, además de ser un mecanismo esencial de propiedad intelectual. Si bien es cierto que afecta la expresión artística y a los músicos en surgimiento, creemos que las otras alternativas dejarían problemas y vacíos legales mucho más peligrosos. Además, siempre existe el riesgo de que un sistema de samples que favorezca al artista que samplea genere incentivos perversos para aprovecharse constantemente de canciones exitosas y desaliente la producción de piezas originales, lo cual también afectaría negativamente a la industria y a los consumidores.

  1. Conclusión

Como hemos podido observar en el presente artículo, la historia de los samples se remonta desde hace años, en un contexto donde los músicos lo realizaban con la intención de homenajear a los artistas originales. Sin embargo, con el paso del tiempo, algunos han sido usados sin mencionar al creador original. Esto ha provocado que, en muchos casos relevantes en la historia de la música, Tribunales como el de Estados Unidos en el caso “Alone Again” hayan establecido pautas para conservar los derechos de autor original de la melodía. Consideramos, que los avances desde entonces han sido cruciales para la protección de los derechos de autor de los artistas, contribuyendo a la protección de la propiedad intelectual de estos. Sin embargo, casos controversiales como el de “Bittersweet Symphony” han puesto en discusión nuestro sistema actual, y cómo el sistema puede generar controversias masivas.

A pesar de esto, consideramos que su existencia y aplicación es necesaria, a pesar de las afectaciones que se den a la industria. A pesar de limitar de ciertas maneras a los creadores, no afecta de forma significativa su campo de expresión, mientras que protege la propiedad y el esfuerzo de quienes ya publicaron sus obras. Si bien puede haber juicios controversiales de vez en cuando sobre si hubo o no un caso de sampling sin permiso, consideramos que las vías legales tienen toda la capacidad, recursos y experiencia para resolver estos conflictos. Sin perjuicio de lo anterior, esperamos que los costos de hacer uso y obtención de permiso de samples se reduzcan, pues hemos visto lo increíbles que pueden ser los resultados de samples bien utilizados, y esperamos que esa creatividad siga creciendo y multiplicándose en los distintos géneros musicales que hay disponibles.


 

BIBLIOGRAFÍA:

Anderson, J. L. (2013). For the Times, They Are A-Changin’: Mashup Movement Seeks to Reform Copyright Law and Pushes Society to Embrace New Forms of Art.

https://scholarship.shu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1177&context=student_scholarship

Falstrom, C. A. (1993). Thou Shalt Not Steal: Grand Upright Music Ltd. v. Warner Bros. Records, Inc. and the Future of Digital Sound Sampling in Popular Music. Hastings LJ, 45, 359.

https://repository.uchastings.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=3134&context=hastings_law_journal

INDECOPI (2013). “Guía de Derechos de Autor para músicos”. Mirza Editores.

https://www.indecopi.gob.pe/documents/20182/143803/GDA_musicos.pdf

Gwee, K (2019). «Richard Ashcroft’s manager reveals how the Rolling Stones returned the rights to the Verve’s ‘Bitter Sweet Symphony'». NME.

https://www.nme.com/news/music/richard-ashcrofts-manager-reveals-rolling-stones-returned-rights-verve-bitter-sweet-symphony-2513675

Los40 (2021). “10 canciones legendarias que son el ‘sample’ de otra composición anterior”. Blog de Ivi Vengas en Los 40.  https://los40.com/los40/2021/09/18/los40classic/1631702075_846854.html

Passman, D. S. (2003). All you need to know about the music business. Simon and Schuster.

Schaeffer, P. (1959). ¿Qué es la música concreta?. Buenos Aires, Nueva. https://www.academia.edu/28918627/Que_es_la_musica_concreta_PierreSchaeffer

Stim, R. (2019). What is Fair Use? Obtenido de Copyright & Fair Use – Stanford Libraries: https://fairuse.stanford.edu/overview/fair-use/what-is-fair-use/#:~:text=In%20its%20most%20general%20sense,permission%20from%20the%20copyright%20owner

THE DIGITAL MILLENNIUM COPYRIGHT ACT OF 1998 U.S. Copyright Office Summary (1998). https://www.copyright.gov/legislation/dmca.pdf

Thomann (2018). “Breve Historia del Sampler”. T Blog Inside. https://www.thomann.de/blog/es/breve-historia-del-sampler/

WS (2012). “Kanye west and his samples”. Who Sampled. https://www.whosampled.com/Kanye-West/

 

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